El nuevo Shawn Mendes en concierto: pasión y madurez en Barcelona
¡Así fue el concierto de Shawn Mendes en Barcelona!
El concierto de Shawn Mendes en Barcelona este 26 de marzo marcó un antes y un después para las fans que vivieron la experiencia, única en nuestro país. Alrededor de 15.000 personas afortunadas iluminaron el Palau Sant Jordi, aplaudieron y gritaron con todas sus fuerzas pero, sobre todo, cantaron como si no hubiera un mañana. ¡Un martes! Sin duda, es cierto, no había un mañana: a Shawn Mendes en directo no se supera. Period.
El concierto empezó con ‘Lost in Japan’ y acabó con ‘In My Blood’. Entre esos dos temas, otras 20 canciones y un Shawn Mendes más maduro y entregado que nunca, hicieron que ocurriera magia en Barcelona. Es curioso cómo solo una persona (con su banda, por supuesto) pudo mover y remover a tanta gente durante 1h y media. Con sus temazos y la pasión que puso en el escenario resultaba inevitable. Es admirable el fenómeno que genera tan joven.
Desde que el cantante canadiense lanzó su tercer álbum «Shawn Mendes» (2018) sabíamos que sus directos estarían a la altura de su nueva música. Se ha producido un cambio, una inflexión a su favor y se nota. Su estilo actual, que acompaña con una temática floral y elegante, regala canciones que a día de hoy son éxitos innegables. ‘Lost in Japan’, ‘In my Blood’, ‘Nervous’, ‘Youth’… Todos y cada uno de sus temas forman la carta de presentación que Mendes necesitaba para decir: «Aquí estoy yo».
Esa noche Shawn Mendes nos demostró que ya no es aquel niño que vimos en concierto en 2017, también en Barcelona. No, Shawn Mendes ha madurado. Y mucho. Ahora tiene una identidad más definida y con total seguridad el artista está dispuesto a seguir escalando grandes peldaños del panorama musical. ¿Cómo? Con unas letras honestas, identificables y pegadizas, que mezclan el pop con el r&b y el funk, además de una voz increíble (con agudos de infarto) y un directo espectacular. There’s nothing holding him back!
El concierto fue una mezcla de lo que es él: su lado más personal, vulnerable y dulce combinado con su lado más sensual, maduro y decidido. Shawn Mendes nos regaló esas canciones íntimas y especiales como ‘A little too much’ o ‘Ruin’. Únicamente él y su piano, porque no hacía falta nada más. Solo Shawn podía darnos esa sensación de intimidad en un lugar enorme y rodeado de tanta gente.
A su vez, nos conquistó y provocó más de un infarto con sus falsetes, en temas pegadizos como ‘Nervous’ y ‘Particular Taste’, con los que terminó de dejarnos con la boca abierta. Todas las personas allí presentes estaban pensando «If I’m dreaming, please don’t wake me up», como diría Shawn.
Sinceramente, no sé cómo sigo aquí después de presenciar esas performances con tanta intensidad. He llegado a la conclusión de que debería ser obligatorio escuchar sus temas en directo una vez en la vida y no solo conformarnos con sus versiones de estudio. Al menos, para aquellas personas que apreciamos su talento y le hemos visto evolucionar.
Un detalle genial fueron las pulseras de luces que regalaban en la entrada. Estas se iluminaban de forma coordinada en los momentos clave y pintaban las gradas con colores uniformes según la canción. El concierto, como es habitual, contaba con dos escenarios: el principal y el secundario (B-Stage) que se situaba en el centro. Una rosa gigante, que también cambiaba de color, presidía el segundo escenario. Todo muy aesthetics, visualmente cuidado al detalle. Muy Shawn Mendes.
Lo primero que pensé al acabar el concierto fue: «Menos mal que no me lo he perdido» (gracias, Doctor Music). El artista canadiense ha cambiado muchísimo desde la última vez que pude verle en directo y, si sigue en esta línea, puede llegar donde se proponga. Estamos viendo su brillante carrera florecer.
Digan lo que digan, Shawn Mendes es más que un ídolo teen. Por supuesto que mueve masas pero, aquellos que quieran encasillarlo únicamente por el público (que es entregado y agradecido), se pierden todo lo que Shawn Mendes está dispuesto a ofrecer.
