¿Qué tienen las películas de Navidad para ser tan adictivas?
Tenemos la receta de este género audiovisual del que nunca nos cansamos
Sabemos que te gusta engullir las películas de Navidad. Cuando terminas una y Netflix te dice si quieres ver otra, no eres capaz de darle a cancelar. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué llevan estas para ser tan adictivas? ¡Tenemos la receta!
10 gramos de drama familiar
No existe película navideña sin drama familiar. Cuando no falta un familiar, hay un divorcio y, en algún caso, hasta se van de vacaciones sin un miembro.
Este es el ejemplo de la mítica, la clásica, la reina de las películas de Navidad: Solo en Casa (la primera, las otras dejan mucho que desear).
1 personaje que odie la Navidad
Si no existiese este tipo de personajes, el espíritu navideño carecería de sentido. ¿Para qué sirve este si no es para contagiárselo a los que no lo tienen? La película de El Grinch ha calado tanto entre nosotros que hasta terminamos llamando a nuestro amigo el que odia la Navidad como Grinch.
Sin embargo, este ejemplo es solo uno entre los muchos que hay. Recientemente Netflix ha sacado la serie Dash&Lily en la que uno de los protagonistas ama esta fiesta mientras que otro la detesta. Tendréis que verla para saber el desenlace.
4 kilos de amor
No hay Navidad si no se ve Love Actually. Ni verano, ni primavera porque nosotras no podemos pasar mucho tiempo sin ver esta película. Es el claro ejemplo de que lo ñoño, lo que toca la vena sensible, lo hace aún más en épocas como esta.
½ cucharada de accidentes
No sabemos cómo es el verdadero Santa, pero en las películas le pintan como un señor un tanto despistado. O pierde los regalos, o se le extravía el trineo, el caso es que es bastante común encontrarnos con sus problemas en estas películas y lo que ellos conllevan: la pérdida de la magia de la Navidad.
En otros casos la culpa no se la echamos al señor Claus, sino a algunos niños de la lista de traviesos. Un ejemplo de esto es la película Crónicas de Navidad en el que una pareja de hermanos se empeñan en coger a Santa Claus por banda.
3 (o más) bolsas de espíritu navideño
Si un objetivo tienen estas películas es el de poner nuestras ganas de navidades por las nubes. Entre luces, coros, trineos y mucha nieve, hasta el más puro Grinch terminaría adorando la Navidad.
Aunque, posiblemente, este año las navidades no sean tan idílicas como las que vemos en algunas películas, si algo hemos aprendido de ellas es que las adversidades no tienen que frenar nuestro espíritu navideño.
El sentido de la Navidad va mucho más allá de una fiesta, una comida familiar o un árbol lleno de regalos. Y si no sabes de lo que te hablamos… entonces ya puedes ponerte cualquiera de las películas que te acabamos de recomendar.