Alex Wall: «Antinirvana es Alex Wall al cien por cien»

Hablamos con Alex Wall para descubrir todos los secretos que esconde ‘Antinirvana‘, su nuevo disco

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El artista barcelonés Alex Wall es de esos cantautores que se abren en canal en cada canción que componen. Así es como conciben la música y eso es lo que les mueve. Si descifráramos los ingredientes mágicos de la receta de Alex Wall, el desahogo, la transparencia y la nostalgia (mucha nostalgia) sin duda aparecerían en cantidades industriales. Y así aparecen en ‘Antinirvana’, su nuevo y tercer álbum de estudio.

Hablamos con él para desgranar cada parte de este proyecto que, según el propio artista, “es Alex Wall al cien por cien”.

¿Cómo estás viviendo tú estas primeras semanas desde el lanzamiento de ‘Antinirvana’?

Muy contento, la verdad. Además, ahora que hay una sobrecarga tan increíble de música, me encanta que haya gente que me escriba y me diga “es tu mejor disco hasta ahora” o que me cuente cuál es su canción favorita del disco. Entonces, estoy súper contento con el feedback que está teniendo de momento.

¿Cuál es la canción que está gustando más y cuál es el comentario que más estás recibiendo?

Hay diversidad de opiniones. Hoy en día como que nos basamos mucho en las reproducciones, pero es que yo me quedo más con los mensajes. Y hay pequeños datos que me hacen darme cuenta de que una canción ha gustado más de lo normal. Entonces, por ejemplo, de una canción que es de mis favoritas del disco, o incluso mi favorita, que es Bonnie and Clyde, me ha escrito mucha gente y me ha dicho que en los conciertos es la que cantan más fuerte. Luego es raro porque en cuanto a reproducciones ha tenido menos que otras, como que Antinirvana, el focus track. Es un misterio. Yo me quedo con los con los mensajes que me mandan, la verdad.

¿Qué es lo que haces cuando acabas de sacar música? ¿Tienes algún ritual o algo parecido?

He de reconocerte que soy bastante friki. Yo vengo de estudiar ingeniería, entonces yo soy muy de ver los datos, los números. Estoy intentando cada vez hacerlo menos porque es un pelín agobiante tanta masificación de números. Pero sí que es verdad que cuando sale mi música me gusta mucho mirar las estadísticas y descubrir en qué ciudad me han escuchado más, por ejemplo.

Pero en este disco has hecho algo que va ‘en contra de’ las estadísticas y los números. Actualmente, lo habitual es encontrarte un disco que es una recopilación de singles más que un disco a lo tradicional, y sin embargo, Antinirvana tiene muchas canciones inéditas. ¿A qué se debe?

Mi madre me dice “¿seguro que has hecho bien sacando tantas canciones de golpe?”. Por un lado, no me arrepiento porque no hay que arrepentirse de nada, y yo lo que quería era que no hubiese ninguna canción de relleno, que todas las canciones fuesen buenas, que fuesen todo canciones que yo hubiese sacado como single, pero que salieran de golpe. Como antiguamente, que se sacaba un disco entero y si eras fan y te lo escuchabas entero, podías decir que te habían gustado todas.

Es verdad que ahora, viendo los números, esas canciones que han salido inéditas dentro del disco, por puro algoritmo de Spotify, han ido un poco peor que los singles. Entonces, ahora tengo la reflexión de que igual sí que tengo que hacer caso a las tendencias y sacar más singles, pero no me arrepiento porque realmente las cosas se hacen como uno las siente en el momento y yo lo que quería es que fuese un disco que, escuchándolo de inicio a fin, fueran a gustar todas las canciones. Ahora, para próximos discos, puede ser que saque más algún single más que tantas inéditas en el disco.

Antes de entrar en materia, ¿cómo definirías ‘Antinirvana‘?

Creo que es un disco muy versátil, o sea, que tiene un poco de todo; tiene canciones para saltar y gritar y otras para cortarse las venas. Además tienen todas un sonido bastante uniforme. No hay dos canciones muy alejadas entre sí en cuanto a producción. Creo que te lo puedes poner de inicio a fin y ninguna te choca, que ya sea porque es muy lenta o muy rápida. Y luego, tiene historias súper personales de amor y desamor, y un poco lo que viene diciendo el nombre de Antinirvana.

¿Qué significa ‘Antinirvana‘?

Antinirvana es una palabra que me he inventado, que habla un poco de ese estado de tension. Nirvana es el estado de tranquilidad, relajación y felicidad. Antinirvana es lo contrario, desde donde he escrito todas las canciones; desde un estado de tension. Es lo que definiría el disco.

¿Todas las canciones forman parte de una misma historia o son historias independientes?

Hay algunas canciones que sí que son para la misma persona, pero hay un batiburrillo de historias.

Cuando escuché el disco por primera vez, lo escuché en orden y, al ir escuchando las canciones, me dio la sensación de que formaban una especie de todo en el que se iban mostrando distintas fases que puedes ir sintiendo en una ruptura. Desde una ira, pasando después por confusión, por la tristeza, por las recaídas, para luego acabar superándolo y encontrando un nuevo amor. Viendo que son historias independientes, ¿cómo decidiste el orden del tracklist?

Me encanta que me cuentes esto y me lo voy a escuchar fijándome un poco en eso. Hemos estudiado mucho el orden a nivel musical, pero no en cuanto a historia. Eso es lo curioso, que igual ha dado la casualidad de que en cuanto a historia también me ha cuadrado un poco. Pero yo lo había organizado en cuanto a lo que transmite. O sea, para mí, un setlist en un disco o en un concierto tiene que empezar arriba y luego me tiene que ir llevando por una montaña rusa; que baje un poco, que suba, pero que no haya una rápida, una lenta, una rápida, una lenta, una triste, una contenta. Es decir, quería que hubiese fluidez con las canciones y eso es lo que hemos intentado. Ahora, si encima me dices que casualmente he conseguido que distintas fases caigan absolutamente en orden, pues me haces feliz.

Ahora que hablas de la montaña rusa en el setlist, también me pasó que escuchando ‘mrs. w’ pensé que ya había llegado al final del disco, cuando realmente todavía quedaban dos canciones. Pensé que era la típica canción épica con la que terminaría un disco.

Estaba ahí peleando por ese puesto, pero llevo dos discos queriendo hacer una canción muy acústica y no lo llegaba a hacer porque me encantan las superproducciones y me gusta llenar las canciones, hasta que llegó todo mi miedo. Y si hay un sitio para colocar una canción acústica casi al 100%, es la última posición. Además, mrs. w es una canción jodida pero esperanzadora, que puede ser que te deje como con un toque de motivación al final, pero aún así es un poco triste. Entonces prefería acabar con una canción de amor como es todo mi miedo y que la gente se fuese con un gustito en el cuerpo.

En ‘mrs. w’ mencionas “a ritmo de taquicardia”, que es el título de otra de las canciones del disco, hablas de 10 canciones, que parecen ser las otras diez canciones del disco,… ¿Todo esto fue premeditado, no?

Sí, es súper premeditado. He de confesarte que realmente el disco iba a tener diez canciones y por eso decía lo de las diez canciones. Al final añadimos una, porque es que no fui capaz de no ponerla, que es la de un día de mierda. Esa fue la última que añadimos, que además ocurrió durante el proceso del disco. No podía guardarla para el siguiente disco porque no iba a tener sentido porque ese día de mierda ocurrió durante la grabación del disco. Es que mrs. W tiene mucha historia detrás. No puedo contar exactamente sobre qué habla, pero si te puedo decir que aunque parezca que hablo sobre una chica, no hablo sobre una chica. Hay pistas bastante interesantes, si te fijas bien en la letra.

Y en el puete suenan unas voces, ¿de quién son y por qué decides incluirlas?

El 80% de la voz es de Jorge Drexler, en un discurso que dio sobre lo que significa el arte. La frase que más me gusta que la que dice que “donde hay grietas, por ahí es donde entra la luz”. Mrs. w es una canción de superación, de motivación, de no dejar que nadie te diga que no eres suficiente y la música, además, forma parte de esa salvación. Nos gustó mucho el discurso y se nos ocurrió la idea de meterlo. Me gusta que te hayas fijado en esta canción porque la hemos estudiado mucho.

Este disco, a diferencia del anterior (‘Mis fantasmas’), tiene solo dos colaboraciones. ¿A qué se debe?

El disco de colaboraciones fue muy guay, a la par que un poco estresante por tener que cuadrarte con todos los colaboradores. Yo soy muy pro colaboraciones, me encantan y de hecho me da rabia que haya muchos artistas, me da la sensación, de que solo hacen la colaboración si les va a ayudar en cuanto a números. Yo soy al revés, a mí me gusta compartirlo, me gusta que de repente se deje de oír mi voz y esté la voz de otra persona.

Venía de muchas canciones con colaboración y creo que tenía que enseñar también un trabajo que fuese Alex Wall al 100%. Además, quería que las colaboraciones que estuviesen en el disco fuesen muy puras, que tuviesen mucho sentido. De hecho, la colaboración con ERRE es una canción que teníamos escrita desde hace un montón de tiempo, que no llegó a entrar en el disco anterior porque ya tenía dos colaboraciones con él y entonces la metimos en este.

¿Y la de Marlena?

La de Marlena también fue súper natural. Es una canción que, de hecho, no iba a ser ni single porque era mucho más lenta, y yo estaba preocupado porque ya tenía muchas baladas en el disco, pero al final, en la producción, la aceleramos de tempo, la produjimos un poco más moderna. Y tal cual la terminamos pensamos que con Marlena molaría un montón. Además, justo me estaba hablando mucho con ellas por aquel entonces. Me dijeron que les había gustado mucho a ritmo de taquicardia y otra noche más así que les propuse colaborar, pensando que dirían que no, y resulta que les encantó. Nos pusimos a grabarla, a la siguiente la semana siguiente videoclip y fuera.

¿Qué ingredientes tiene que tener una colaboración para que quieras hacerla?

Yo creo que lo primero es que las voces se complementen y que sean un poco distintas. Con Ana de Marlena ha sido muy guay porque ella tiene una voz súper distinta, súper especial, que creo que ha cuadrado mucho con la mía. Luego, también creo que es importante que nos aportemos el uno al otro, que lo que a lo mejor Marlena no estaba teniendo en ese momento se lo puedo aportar yo y viceversa. O sea, que sea un win-win. Y, sobre todo, que haya buen rollo, crear una especie de conexión y que se que ambas partes sientan la canción como suya.

¿En alguna ocasión que te han propuesto hacer una colaboración y has dicho que no?

Sí, me ha pasado. También hay que tener en cuenta el cómo propones una colaboración. Al final, una colaboración es una cosa muy íntima, y hay gente que propone las colaboraciones como si fuese lo mismo que hacerse foto Creo que una colaboración tiene que surgir de manera natural. Yo soy el primero que las propone así ‘a puntapala’, pero intento proponerlas con aquellas personas con las que veo una afinidad, o a las que he conocido en un par de sitios.

He leído por ahí que te gusta mucho escuchar tus canciones cuando ya han salido. De Antinirvana, ¿cuál es la canción que más te ha gustado?

Mis tres favoritas son Bonnie and Clyde, Antinirvana y alto ahí. A mí me encanta escucharlas porque además me acuerdo de cuando las compuse, me llevan a ese momento. Y, si te soy sincero, me he escuchado el disco en bucle, miles de veces. Además, no lo escondo. No sé si es falsa humildad o qué, pero todos los artistas dicen que no se escuchan a sí mismos. Y yo no me lo creo, yo creo que es mentira. Creo que a todos nos gusta escucharnos. Si no, ¿para qué hacemos esas canciones?

¿Qué evolución ves en ti como artista con respecto a tus trabajos anteriores?

El sonido, sobre todo. Mis Fantasmas fue un disco muy experimental, de colaboraciones, en el que me iba adaptando a los estilos de los distintos artistas. En cambio, este disco ya ha sido el hacer lo que me dé la gana, el sonido que a mi me apetezca sin pensar en si está de moda o no. Te he de reconocer que en Mis Fantasmas probe y en algunas canciones me fui un poco a lo urbano, a latino, porque eran las tendencias actuales. Pero en este disco quise hacer lo que fuera más Alex Wall y he hecho lo que me ha apetecido. Eso es de lo que más orgulloso estoy.

Por otro lado, también veo evolución en letras. Yo soy muy de melodías, porque par mí, si una canción no me entra por la melodía ya no escucho la letra. Entonces, componiendo me pasa que le dedico mucho tiempo a que la melodía me encante. Para este disco ha habido letras que ya tenía escritas y les he dado una segunda vuelta. Estoy trabajando las letras cada vez más.

Supongo que te han quedado canciones en el tintero. ¿Qué va a pasar con estas canciones? ¿Tienes algún plan para ellas?

Siempre pienso en lo que hizo Bad Bunny, el disco de las que no iban a salir. Igual molaría hacer eso, pero es verdad que son canciones que si no las he metido es porque realmente no me emocionaban tanto como las que sí que he metido. No las he dejado fuera porque no hubiese hueco. Si realmente hubiese habido otra canción que tuviese que meter hubiera hecho un disco de doce canciones, o trece o catorce.

Pero bueno, sí que es verdad que son canciones que he compuesto, que me han gustado y yo a veces lo pienso, podría hacer un EP de las seis que no entraron, en acústico o algo así. El problema es que ya estoy componiendo las del siguiente disco, que me están gustando incluso más que esas. Entonces ya tengo una sobre sobrecarga de canciones que no sé qué hacer.

¿Tienes pensado cantar alguna canción inédita durante tu gira?

Soy de los que canta canciones inéditas. Es verdad que mi mánager me echa la bronca porque dice que no puedo cantar tantas canciones, que se va a hacer largo. En Madrid toqué 23 canciones, que creo que ni Leiva canta tantas canciones en sus conciertos.

Pero es que tengo que enseñar todas las del nuevo disco, las que gustan mucho de la anterior,… Y ya me ha costado quitar canciones. No sabes lo que me ha costado. Y es que cuando me dicen que no he cantado una canción concreta, me duele en el alma, lo paso mal.

¿Qué le está pareciendo la gira a tu público?

Creo que está yendo muy bien. Te soy sincero, desde Madrid, que fueron casi 500 personas, a Zaragoza, que fueron 25. Mhm. En ambos me fui de ahí feliz, porque los 25 de Zaragoza estaban como los de la primera fila de Madrid. Es súper súper bonito ver que en un sitio, al que además iba por primera vez, había 25 personas a tope. Estoy super contento, hay una energía brutal.

¿Qué tienes planeado para los próximos meses?

Pues ya estoy empezando a producir una canción que acabo de componer. Quiero empezar a grabar todo este Verano, paralelo a la gira. Vamos a ver cómo nos organizamos. En septiembre tengo una colaboración para el disco de otro artista, que no puedo contar. Y ya en octubre mi plan empezar a sacar cosas nuevas. Me va a costar esperarme tanto, pero vengo de sacar una canción al mes durante mucho tiempo. Vengo de mucha música y creo que tengo que tomarme un pequeño descanso y ver bien hacia dónde quiero ir.