Alicante cierra por todo lo alto el último Boombastic Festival
Los asistentes pudieron disfrutar de las actuaciones de artistas como Duki, Farruko, Trueno, Ayax y Prok, Danny Ocean, Bizarrap o Bad Gyal
Por Pol Lloberas Cardona
Los pasados días 17, 18 y 19 de agosto Alicante acogió la última edición del Boombastic, congregando a cerca de medio centenar de artistas nacionales e internacionales. Después de haberse celebrado en Asturias, Madrid, Tenerife y Fuengirola, la recta final del verano nos ha dejado el último de estos festivales, consagrado actualmente como uno de los más importantes de nuestro país. En esta ocasión ha ofrecido un cartel con nombres tan relevantes como Duki, Farruko, Trueno, Ayax y Prok, Danny Ocean, Bizarrap o Bad Gyal, entre otros.
Además de estas actuaciones musicales, el festival contó con los stands de varias marcas como Axe, Sephora, Jägermeister, Garnier, NaturalSuit, Cacharel y Cornetto, así como varias barras, zona VIP en altura, foodtrucks, punto seguro, punto violeta y un área de merchandising donde adquirir camisetas y sudaderas.
El macroescenario de Alicante
Desde los paseos por el centro hasta los viajes en tranvía, la ciudad entera dejaba claro que un gran evento se estaba llevando a cabo. Allá donde un joven no portara la pulsera que permitía el acceso al Área 12, recinto del espectáculo, podía verse a los lugareños dando indicaciones y comentando cómo y dónde se celebraba el festival. Al fin y al cabo, grandes referentes de la música urbana hispanohablante podían encontrarse desde el primer día de conciertos, cuando el público empezó a llenar el vacío del Área 12. Las actuaciones de Farruko y Duki, primeros cabezas de cartel, convirtieron un paisaje más bien inhóspito en una discoteca al aire libre. Fue especialmente por ver a Duki, nombre más que asentado en el panorama musical, que el público empezó a aumentar en número desde la hora anterior a su actuación. Tan pronto como se encendieron las luces y el público empezó a moverse fue evidente que el escenario se había quedado pequeño. Miles de personas corearon los temas del argentino mientras se ofrecía un espectáculo memorable, pero esta no sería, ni mucho menos, la mayor de las actuaciones.
Problemas en el paraíso
Aquella noche se acabaría con la fiesta Boom Boom, que ofreció el mejor reggaeton de los últimos años con las actuaciones sorpresa de Vicco y Natos y Waor. Sin embargo, finalizadas todas las actuaciones, el público vivió el que probablemente fuera el mayor de los inconvenientes de todo el festival — no había servicios de transporte nocturno. Miles de personas se encontraron con unas redes de transporte público inactivas en su totalidad y servicios de taxi y aplicaciones similares completamente saturadas. A una hora a pie del centro, los muchos que no pudieron hacer uso del autobús lanzadera tímidamente ofrecido por el festival se vieron obligados a hacer una larga espera. Por suerte, del viernes en adelante se pusieron en marcha los servicios de autobús y tranvía nocturnos, cosa que permitió al público despreocuparse y disfrutar de los nombres que aún quedaban por actuar los días siguientes.
Festival de nombres
El viernes 18 pudieron oírse nombres como Walls, Álvaro de Luna, Juancho Marqués, Trueno, Ayax y Prok o Saiko — quien deseara verlos a todos debería acudir a uno detrás del otro sin apenas descanso, en una sucesión de espectaculares actuaciones. Estas contaba con múltiples matices que enriquecieron el conjunto, como el movimiento de Trueno, la emocionalidad de Ayax y Prok o la climática puesta en escena de Saiko, claro cúlmen del viernes en asistencia y expectación. El granadino cantó sus temas más conocidos ante un público eufórico, que a menudo vestía las camisetas del Granada CF y enarbolaba banderas de la ciudad andaluza. La conexión conseguida con el artista, distinta de la relación casi platónica que podría encontrarse en las letras de Ayax y Prok, acabó llevando al cantante a bajar del escenario y rodearse de sus oyentes. Vestido de amarillo y negro, dejó verse como una abeja sobre un prado de emocionados espectadores.
En aquella ocasión, la difícil tarea de cerrar el día recayó sobre Michenlo y su ‘Blue Party’, una puesta en escena de música electrónica con influencias de Tomorrowland.
Un final apoteósico
El último día pasó de Ptazeta a Taburete para seguir con Pole, Lali y Danny Ocean. Lo cierto es que aún con la gran asistencia del sábado nada pudo compararse a lo que sucedió pasada la actuación de Funzo & Babyloud. Una vez el dúo alicantino hizo una muestra de su pop con toques trap, el recinto empezó a llenarse más incluso de lo que lo había hecho los días anteriores. La llegada de Bad Gyal no hizo más que añadir leña al fuego ante la creciente expectación por Bizarrap; el argentino levantaba pasiones entre los asistentes de tal manera que nadie consideraba siquiera el no ir a verle. Bad Gyal consiguió no verse eclipsada por la esperada aparición del productor, pero su impacto no fue ni remotamente similar a lo sucedido con Bizarrap. Un mar de gente se agolpaba hasta llenar el espacio de dos escenarios, llegando hasta la puerta de entrada e impidiendo el paso. La calurosa y húmeda noche alicantina condenó la concentración de miles y miles de personas, pero todos los problemas desaparecieron por completo apenas pudo esbozarse su figura. El Boombastic entero pasó a ser poco más que Bizarrap y su público. Las luces y fuegos artificiales del artista se sumaron a su gorra negra y gafas de sol, su firma personal. Al sacar la bandera argentina e iluminando el cielo nocturno parecía sellar el final del festival, casi como con un autógrafo tras las mesa de mezclas.